Una molesta y dolorosa etapa que todos los niños deben atravesar. Pero existen soluciones naturales para aliviarla Hay pocos niños que cruzan la etapa de la dentición sin problemas. Hipersalivación, dolores agudos, fiebre y noches de insomnio son problemas comunes entre los niños que atraviesan este período. No existe la posibilidad de predecir la duración y severidad de los síntomas, como tampoco, un remedio definitivo, a pesar de que la industria farmacéutica ofrece ungüentos para las encías y otros preparados que no siempre son eficaces.
Básicamente quedan sólo los analgésicos clásicos, pero para quienes quisieran recurrir lo menos posible a ellos, existen remedios naturales para aliviar los problemas asociados a la primera dentición.
Veamos algunos remedios para las molestias de la dentición:
– La primera forma instintiva y natural a la que recurren los niños para dar un poco de alivio a la inflamación de sus encías, es la de llevarse las manos a la boca (también morder juguetes duros, chupetes y todo lo que esté a su alcance). El consejo es que lo deje hacerlo, lavándole las manos con más frecuencia.
– Otra posibilidad, antes de recurrir a remedios farmacéuticos, son los anillos de dentición que se pueden comprar en la farmacias, o en las tiendas de productos infantiles. En la práctica se trata juguetes de colores de diversas formas, que se guardan en el refrigerador y se ofrecen a los pequeños para que mordiéndolos, encuentren un poco de alivio.
– Los expertos en remedios naturales y hierbas medicinales, por su parte, recomiendan la raíz de púrpura (o iris), para colgar del cuello del bebé para que pueda roer a voluntad. Alternativamente, se pueden preparar pequeños trocitos de hielo, a base de manzanilla o hierba gatera (tener cuidado, sin embargo, con el riesgo de asfixia!).
– La última opción, por último, es la de la medicina homeopática, que propone remedios hechos con ruibarbo, manzanilla y Phytolacca.
En todos los casos, no suministrar nada al niños sin consultar primero con su pediatra. Por lo demás, todo lo que queda es armarse de paciencia y esperar que la naturaleza siga su curso.