Las quemaduras son una lesión producida en la piel que viene causada por factores diferentes como el calor, el frío, la electricidad y algunos productos químicos como ciertos ácidos y lejías. Aprende algunos remedios naturales para combatirlas rápidamente y que te causen el menor daño posible.
Tipos de quemaduras
Existen diferentes tipos de quemaduras dependiendo de su intensidad y que se pueden clasificar en diferentes grados. Las quemaduras de primer grado son aquellas que solamente afectan a la epidermis o a la capa externa de la piel y que provocan un enrojecimiento de ésta sin llegar a formarse ampollas.
Las quemaduras de segundo grado son aquellas que forman ampollas y que afectan a las dos capas primeras de piel. Por otra parte las de tercer grado son aquellas que pueden llegar a destruir tejidos y que forman costras.
Cómo actuar frente a las quemaduras
Cuando te encuentres frente a una quemadura de primer grado, es decir, de menos de cuatro centímetros en personas adultas y de menos de dos en niños, lo primero que tienes que hacer es lavarla con agua fría durante unos veinte minutos hasta que la sensación de quemazón cese. Después coloca unas compresas frías sobre ellas para restringir el flujo de sangre.
En caso de tratarse de una quemadura mayor, olvídate de los remedios naturales y acude cuanto antes al centro de salud o al hospital más cercano.
Remedios para combatir quemaduras pequeñas
Si la quemadura es superficial puedes cortar un trozo de hoja fresca de sábila o de aloe vera y aplicar sobre ella con la ayuda de una gasa por ejemplo. La acción analgésica de estas plantas además de mejorar la lesión, ayudará a facilitar su cicatrización.
Corta una patata pelada y limpia en láminas y deja que se enfríe en el congelador. Después aplástala con un tenedor y forma una pasta que deberás poner sobre la zona quemada con una venda. Cambia dicha venda tres veces al día.
Otra opción es aplicar sobre la quemadura una capa de miel generosa ya que ésta tiene un efecto igualmente analgésico a la vez que antibacterial. Si no tienes miel a mano puedes extender aceite de oliva generosamente y proteger con una gasita. Así evitarás que aparezcan ampollas.
El yogur también es un excelente cicatrizante para las quemaduras además de ayudar a su curación si se aplica sobre las quemaduras pequeñas. Las hojas de lechuga cortas en fina y a las que agregues unas gotas de aceite de oliva, te servirán para aplicar sobre la zona afectada con la ayuda de una gasa, para dejar que actúe durante un par de horas. Si es necesario se puede repetir este proceso a lo largo del día.
Corta un puerro en finas rodajas y colócalas sobre una gasa que aplicarás en la zona quemada para ir cambiándola durante varias veces en el día o también puedes optar por tomar unas hojas de melisa bien limpias y machacadas para sacar todo su jugo y extender de igual manera sobre una gasa que aplicarás en la quemadura. Repite este proceso durante tres veces al día hasta que notes mejoría en la zona afectada.