Remedios caseros para tratar el espolón calcáneo

Si eres de esas personas que suelen padecer la molestia de un espolón calcáneo, un dolor que puede llegar a ser tan penetrante que impide realizar las obligaciones diarias y que simplemente andar es una pequeña tortura, te damos unos remedios útiles que te irán ofreciendo alivio día a día. Remedios caseros para tratar el espolón calcáneo

¿Qué es el espolón calcáneo?

Los espolones suelen originarse sobre todo en la parte posterior de los talones y se trata de un hueso pequeño del pie que sobresale y que además de causar dolor, provoca una inflamación especialmente cuando se presiona la planta del pie. El tratamiento consiste en bajar esta inflamación y en tomar algunas medidas para que no vuelva a aparecer. Aparte de seguir las indicaciones del doctor, se pueden seguir algunas indicaciones complementarias.

Descanso

La primera medida que se debe tomar ante el dolor de un espolón calcáneo es descansar el pie para que no es inflame más, evitando realizar movimientos bruscos y correr para que la lesión vaya curándose. Según la inflamación vaya disminuyendo con el paso de los días, se pueden realizar pequeños estiramientos y ejercicios suaves. Pasear por ejemplo descalzo por el césped puede contribuir a sanar esta lesión.

Una botella helada

El hielo resulta muy beneficioso en caso de sufrir una inflamación así como para reducir el dolor, pero nunca se debe poner directamente en contacto con la piel un trozo de hielo ya que provocaría mucho más daño que otra cosa. La solución pasa por coger una botella de plástico y llenarla de agua. Después se mete en el congelador y cuando esté totalmente congelada, se existe una toalla en el suelo. Lo que hay que hacer es hacer rodar la botella con el pie donde se tenga el espolón durante quince minutos al menos. Si se hace por la mañana y por la noche, se sentirá un gran alivio.

Unos pequeños estiramientos

Una actividad muy sencilla es sentarse sobre una silla y poner una toalla en el suelo. Se debe intentar levantarla con el pie que sufre el espolón, pero eso sí, poco a poco. Otro ejercicio que resulta muy útil es al levantarse por las mañanas cogerse los dedos de los pies y tirar de ellos muy suavemente hacia a ti. De esta manera se obliga a mover todos los huesos de los pies y se les obliga a recuperar su movilidad e ir reduciendo el dolor.

En cualquier caso es importante recordar que hay que tener mucha paciencia en estos casos. Los doctores dicen que de media tienen que pasar unos seis meses e incluso hasta un año para sentirse recuperados de esta dolencia por completo. Este proceso es doloroso y largo pero puede ayudar también usar las conocidas como férulas nocturnas, que se trata de un calzado ortopédico que obliga a mantener la planta del pie extendida durante la noche, pero esto debe concretarlo o bien tu médico o un fisioterapeuta.

Además de los remedios descritos anteriormente que pueden ayudarte a reducir el dolor, te aconsejamos seguir una  dieta que sea rica en frutas bien frescas e incluir en tu dieta una infusión diaria de ortiga ya que es ideal para tratar las inflamaciones.