Pequeños trucos caseros para mantener los cubiertos impecables. Hasta hace algunos años era tradicional que las abuelas regalaran a sus nietos, antes de su boda, el servicio de cubiertos de plata. Esta tradición ha pasado definitivamente a segundo plano; actualmente hay pocas parejas que utilizan cubiertos de tanto valor, para recibir invitados, con lo que estos valiosos cubiertos acumulan polvo en algún mueble o cristalero, obligando a pulirlos con frecuencia.
Hoy en día es mucho más practico utilizar simples cubiertos de acero, que no tienen un valor excesivo y que, si se arruinaran o perdiesen, serían fácilmente reemplazables.
Sin embargo, a pesar de tener menos valor, estos cubiertos también se deben cuidar y estos son algunos consejos para pulirlos, especialmente si se lavan frecuentemente en el lavavajillas, que opaca el acero.
El primer método consiste en preparar una pasta hecha con bicarbonato de sodio y jabón de Marsella, y frotar los objetos. Luego colocarlos en un recipiente con agua tibia, una cucharada de sal y media taza de vinagre y enjuagar al cabo de diez minutos.
El segundo método implica frotar los cubiertos con sal y vinagre, y luego sumergirlos en agua con alcohol y detergente, para, finalmente, enjuagarlos.
Por último, se pueden hervir los cubiertos en agua, vinagre y jugo de limón, o espolvorearlos con bicarbonato de sodio y después de dos minutos rociarlos con vinagre y lavar.
Como se puede ver, los métodos caseros son muchos y todos suficientemente económicos, hechos con ingredientes que tenemos en casa y logrando un efecto sorprendente!