Redescubriendo el topinambour

Este tubérculo es una mina de azúcares y fibra que mejora la digestión, y su riqueza en vitaminas combate los virus y refuerza la vista. Redescubriendo el topinambour Pocas personas lo conocen como un alimento, y menos aún como remedio terapéutico; también conocido como tupinambo, pataca o aguaturma, el topinambur es un tubérculo originario de las praderas del oeste de América del Norte. Fue durante mucho tiempo un sustituto de la patata, luego cayó en desuso durante años y ahora está de nuevo en boga. 

Gracias a su contenido de inulina, un azúcar complejo altamente soluble muy parecido al almidón y bajo en calorías no contiene glucosa sino fructosa), la pataca es el mejor aliado de los diabéticos, un muy buen edulcorante, bajo en calorías.

Una raíz, muchas ventajas
El topinambur promueve la secreción de leche durante la lactancia y combate la retención de agua en los que tienen problemas circulatorios, venosos, celulitis y sobrepeso: si se consume sin grasas pesadas (como mantequilla frita), de hecho, es ideal en dietas de adelgazamiento. 
Hervido y sazonado con aceite de oliva y limón, mejora la digestión y promueve el equilibrio intestinal, reduciendo la formación de gases en el intestino: aumenta los lactobacilos que mejoran la salud del colon y reducen la presencia de otras bacterias nocivas. 
En cuanto a su contenido de vitamina, el topinambur es rico en vitamina A, que es esencial para la vista y muy útil para la diferenciación celular. También contiene un alto porcentaje de vitaminas del grupo B, valiosa en casos de debilidad general (física y mental), estrés intenso, anemia, alcoholismo, anorexia y obesidad, y en caso de enfermedades neurológicas.

Protección para el hígado y las células

En el topinambur están presentes en cantidad dos aminoácidos, la arginina y la colina: el primero es un inmunoestimulante, capaz de proteger el cuerpo y los tejidos, regenerar el hígado y, en particular, facilitar la curación de heridas. El segundo protege a las células contra el daño oxidativo y juega un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares. 
Alimento muy adecuado para convalecientes, ancianos y niños, así como para los diabéticos; no contiene gluten y por lo tanto puede ser consumido por aquellos personas que sufren de alergias o enfermedad celíaca.
El topinambur se pueden comer crudo en ensalada (en rodajas finas y sazonado con aceite de oliva y perejil o con una gota de limón). Alternativamente, se pueden pelar y hervir para comerlos en trozos o como puré. La cocción es igual a la de las patatas. Del topinambur  también se obtiene una harina, que puede reemplazar hasta en un 10% la harina de trigo en productos horneados (recorar que no contiene glúten).

En forma de harina combate el estreñimiento
Las flores de la planta del topinambur (se puden cultivan en el jardín o en un frasco grande) son muy similares a las margaritas y puede ser utilizado como un insecticida natural, debido a que tienen un olor muy desagradable para las moscas. 
Otro uso particular es el de la harina, que se encuentra en las tiendas de alimentos naturales. Agregada a otras harinas en la proporción del 10%, los productos resultantes son adecuados para las personas que sufren de estreñimiento.