Tamanu, Noni y Monoï, las plantas de Tahití para la salud y la belleza

3 plantas exóticas que vale la pena conocer. Tamanu, Noni y Monoï, las plantas de Tahití para la salud y la belleza Las islas del archipiélago de Tahití son un pequeño paraíso en la tierra, no sólo por la belleza y el encanto del lugar casi virgen, sino también debido a la estrecha unión que todavía une a la población local con la naturaleza. En Tahití existe una larga tradición de cuidado del cuerpo en base a los recursos naturales y muchos remedios curativos y estéticos se basan en tres plantas locales muy conocidos: el Monoï, el Noni y el Tamanu.

El Monoï es el símbolo por excelencia de la belleza de Tahití. Derivado de la planta de Tiaré, la hermosa gardenia de Tahití (Gardenia taitensis) era utilizado antiguamente como aceite sagrado, y hoy en día, todavía se utiliza para suavizar y perfumar la piel y el cabello de forma natural, dando una sensación de bienestar.

A través de la maceración de flores de Tiaré en aceite de copra (extraído del coco) se obtiene un aceite perfumado perfecto para realizar masaje beneficos y calmantes, así como para nutrir el cabello y la piel. Por debajo de los 22°  oma el aspecto de mantequilla, mientras que con el calor, vuelve al estado líquido. 

El aceite de Monoï ayuda en el bronceado y lo mantiene por más tiempo, también es perfecto para proteger la piel contra el viento y la sal, aunque hay que tener cuidado porque no tiene filtro solar. Sus propiedades hidratantes otorgan a la piel elasticidad  y suavidad, sin dejarla demasiado oleosa.

En cuanto al cabello, ayuda a protegerlo del sol y la sal, evitando que se marchite y decolore. Excelente como pre-champú nutritivo, vuelve al cabello más sedoso y fácil de peinar, y es una gran alternativa al acondicionador. Por último, es útil para suavizar la piel seca y las callosidades de manos y pies.

El Noni (Morinda citrifolia), es una planta endémica perteneciente a la familia del café y la quinina, conocida por sus propiedades curativas y nutricionales, tanto así, que los antiguos curanderos polinesios la considerban sagrada. 
Todas las partes de la planta, incluyendo la corteza, se utilizan en la preparación de compresas que, además de un alto poder relajante, tienen también un efecto anti-envejecimiento estimulado por los principios activos de la planta. 

Entre sus propiedades también se cuentan un fuerte efecto analgésico, particularmente eficaz en el tratamiento del dolor de cabeza y otras inflamaciones comunes. Estudios más recientes han demostrado que el zumo de noni, mezclado con el de otras frutas, estimula el metabolismo en la promoción de la síntesis de proteínas. Además, es rica en aminoácidos que la convierten en una excelente fuente de proteína vegetal esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Finalmente el Tamanu (Calophyllum inophyllum), el árbol sagrado de la cultura tahitiana, es una planta legendaria que las tradiciones polinesias recuerdan con el nombre de «ati», y que era ofrecida como regalo para protegerse del sol, el viento y el agua. 

Su fruto seco produce un aceite que es particularmente eficaz por sus muchas  virtudes terapéuticas y cosméticas. Se usa como ungüento anti-arrugas y para el tratamiento de quemaduras, abrasiones y cortes menores, gracias a sus notables propiedades cicatrizantes. El ati, el aceite que se extrae de Tamanu, es ampliamente utilizado en los cosméticos para el cuidado de la piel y, en combinación con la manteca de karité, para combatir arrugas y estrías.