Muchas personas sufren este tipo de alergia que, si no es detectada, puede llevar a consecuencias muy peligrosas… 
El maní o cacahuate es uno de los alimentos más comunes en causar alergias. Los síntomas, si no se reconocen a tiempo, puede llevar a consecuencias muy peligrosas, especialmente en los niños.
Los cacahuetes son las semillas descascarilladas de la Arachis hypogaea, una hierba anual leguminosa de origen sudamericano. Este es un alimento que puede ser consumido tanto tostado y descascarillado, como en forma de diversos derivados. Aunque parte de la familia de las leguminosas, estos alimentos tienen un perfil químico-nutricional más similar al de las nueces, por esta razón se incluyen a menudo entre los «frutos secos». Entonces, quién es alérgico a los cacahuetes también pueden ser alérgicas a otros tipos de frutos secos como nueces, almendras, avellanas, nueces de Brasil.
La alergia al cacahuete se desencadena principalmente por la reacción del organismo frente a dos proteínas contenidas en el mismo. Las reacciones, generalmente suelen ser leves: urticaria, asma y trastornos gastrointestinales. Sin embargo, en algunos casos, la reacción a los cacahuetes (así como la del resto de los frutos secos) podría desencadenar un verdadero shock anafiláctico; por ello, hay que prestar mucha atención a las señales que indican una intolerancia. Mucho más si el niño es alérgico, porque su sistema inmunológico puede reaccionar de forma exagerada a las proteínas de los frutos secos, mientras el organismo trata de luchar contra el alergeno.
Estas son las 6 señales clásicas que indican la presencia de una alergia a los cacahuetes.
1. Problemas respiratorios. Cuando se comen cacahuetes o incluso a veces simplemente por respirar su polvo, especialmente los niños pueden empezar a tener problemas para respirar, que se caracterizan por disnea, tos y ronquera. Son también síntomas comunes en la alergia a los frutos secos.
2. Tensión en la garganta. Cuando se sufre de una alergia grave, el consumo de cacahuate puede llevar a una constricción en la garganta, lo que restringe la respiración. Si no se trata inmediatamente, la anafilaxia puede ser un síntoma inmediato de riesgo de vida en la mayor parte de los casos de alergia a los frutos secos.
3. Dolor de estómago y problemas digestivos. Entre los síntomas más leves que indican la presencia de alergia a los frutos secos están el dolor de estómago, la diarrea y los vómitos. Definitivamente son síntomas que crean malestar, pero, a diferencia de los anteriores, no indican un peligro inminente para la vida.
4. Ojos hinchados y llorosos. Incluso los ojos pueden indicar una alergia a los cacahuetes. Por lo general, los síntomas son: ojos enrojecidos, hinchados, llorosos y también comezón.
5. Cara hinchada. El rostro puede hincharse debido a problemas en la presión arterial. A veces este síntoma puede estar acompañado por mareos.
6. Irritabilidad. La alergia a los cacahuetes, también puede conducir a cambios en el comportamiento, tales como irritabilidad, depresión, pérdida de memoria, apatía, hiperactividad, inquietud.
Una solución que viene … de los cacahuetes
De acuerdo con investigaciones recientes, una posible solución a la alergia a los cacahuetes puede provenir del mismo consumo de este alimento. El remedio, de hecho, según lun reciente estudio, estaría justo en el contenido de proteínas de este alimento. Administrado diariamente en pequeñas dosis bien podría resolver el problema en unos pocos meses.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores involucraron 99 niños de entre 7 y 16 años, todos ellos con problemas de alergia a los cacahuetes. Los participantes fueron divididos en dos grupos: al primero se le administró dosis controladas de proteína de maní, y el segundo, siguió tomando alimentos que no contenían cacahuetes o rastros de ellos.
Los resultados finales mostraron que entre el 84% y el 91% de los participantes asignados al primer grupo podían tomar 5 cacahuetes enteros sin mostrar ninguna reacción alérgica.
Por el contrario, los niños que pertenecen al grupo de control continuaron no tolerando la ingesta de alimentos que incluso contenían trazas de cacahuetes o proteínas de cacahuates. El grupo de control fue sometido luego a la otra prueba, dando como resultado, la obtención de los mismos resultados del primer grupo.
Los médicos que participan en la investigación comentaron al respecto: «Antes del tratamiento, los niños y sus padres se veían obligados a revisar cada etiqueta de los alimentos y evitar comer fuera de casa o en restaurantes. Ahora, la mayoría de los pacientes del estudio pueden comer con seguridad al menos cinco cacuhates enteros. Las familias que participan en este estudio dicen que esto ha cambiado sus vidas de manera dramática«.
