Un molesto trastorno que puede afectarnos en cualquier momento: sepa como prevenirlo y tratarlo. 
Las encías inflamadas son un trastorno causado por alguna infección de la cavidad oral. Puede afectar indistintamente tanto a hombres como a mujeres de cualquier edad, con síntomas dolorosos y limitantes, especialmente para comer y beber.
Los síntomas de que las encías están inflamadas son hinchazón, distensión abdominal, mal aliento, dolor en las encías y tendencia al sangrado.
Las causas pueden ser muchas,ya sea vinculadas a otras enfermedades o malestares, como relacionados con prácticas equivocadas de higiene bucal o lesiones menores producidas durante la masticación.
Remedios Naturales para las encías inflamadas
Desinfectar la boca es una óptima manera de hacer un seguimiento de las encías inflamadas. El limón es un buen remedio natural, incluso diluido en agua para usarlo como enjuague bucal. Alternativamente, se puede reemplazar con un compuesto de bicarbonato de sodio o sal.
También los enjuagues con propóleo y aceites esenciales de salvia y menta, diluidos en agua, tiene propiedades antibacterianas y antisépticas. Otro producto que puede ser beneficioso es el clavo de olor, masticado durante unos minutos libera todos sus propiedades para desinflamar las encías.
Muy útil contra las encías inflamadas son la caléndula y el aloe vera. La flor de la caléndula tiene propiedades antibacterianas y calmantes, así como estimulantes para la reparación de los tejidos. El contenido de gel en las hojas de aloe puede acelerar el proceso reparador de las células y calmar el dolor.
También puede ayudar al proceso de curación, el masticar unas hojas de albahaca fresca, salvia o menta.
Al igual que con otras afecciones, debe descartar cualquier complicación consultando a su médico u odontólogo, que evacuarán todas las dudas relacionadas con posibles contraindicaciones de estos remedios a su caso específico.
Alimentación y consejos útiles para las encías
La alimentación recomendada en estos casos está compuesta principalmente por frutas y verduras crudas, y pocos alimentos y bebidas azucaradas o alcohólicas.
Se recomiendan las zanahorias, hinojos, apio y manzanas, por su contenido en vitaminas (especialmente C y E) y antioxidantes. Evite tomar alimentos grasos o textura crujiente: estos últimos podrían dañar la pared gingival, favoreciendo el sangrado.
También debe prestar mucha atención a su higiene oral, debido a que las bacterias pueden desempeñar un papel fundamental en la aparición o en el agravamiento de este trastorno.
Utilice el cepillo de dientes y el hilo dental regularmente, teniendo especial cuidado de cepillar también el arco dental y la lengua.
