Ya hemos abordado previamente el problema de las pulgas en nuestras mascotas, pero otros parásitos también pueden vivir a su costa, y entre ellos no podemos olvidar a las indeseadas garrapatas. 
Las garrapatas son ectoparásitos chupadores de sangre que viven sólo en la piel del animal, al que se unen a través de su pico; al chupar la sangre de su huésped se agrandan y, como resultado de varias mutaciones, se convierten en adultos y liberan sus huevos, creando así un nuevo ciclo.
Pueden infestar cualquier época del año, pero son más frecuentes desde la primavera hasta el otoño, cuando el clima es cálido y húmedo. Además, todos los perros pueden verse afectados, pero especialmente los que frecuentan zonas boscosas, donde hay una mayor presencia de animales salvajes.
Las garrapatas pueden inicialmente pasar desapercibidas, ya que son muy pequeñas, pero a medida que se alimentan de la sangre del huésped y se hinchan, aparecen vesículas en la piel parecidos a verrugas de color gris / marrón; no sólo pueden causar una reacción alérgica local, sino también transmitir enfermedades infecciosas.
Principalmente por esta razón es mejor prevenir una infestación por garrapatas. En el mercado hay varios productos que por lo general son también activos para otros parásitos, como pulgas y piojos. Pero también la naturaleza nos puede ayudar en este sentido: podemos recurrir al aceite de neem, aceites esenciales a base de menta, eucalipto o limón. También la levadura administrada por vía oral es un remedio útil.
Es una buena práctica controlar a nuestras mascotas al regreso de sus paseos, sobre todo si se habita en zonas donde puede haber mayor contaminación. Observar la piel, acariciándola en todas las partes del cuerpo, moviendo el pelo (de hecho, se debe prestar más atención a los perros de pelo largo).
Finalmente, si encontramos una o más garrapatas, éstas deben ser removidos. Sería mejor tratar de quitarlas usando una pincita, ya que las piezas bucales podrían permanecer en la piel; también se puede utilizar un hisopo de algodón embebido en alcohol y pasarlo sobre el parásito, garrándolo suavemente, sin aplastarlo, y hacer las rotaciones hasta que salga (por lo general en unos pocos minutos). Una vez quitada la garrapata, no debe ser aplastada ni destruida, sino quemada para que no libere sus huevos en el ambiente.
En caso de que haya encontrado garrapatas en su mascota, si en los días sucesivos lo encuentra decaído, la orina aparece oscura (de color cola),llévelo al veterinario, ya que podría haber contraído alguna enfermedad infecciosa transmitida por las garrapatas, como Ehrlichiosis o babesiosis.
