Remedios caseros con miel

La miel está considerada como uno de los alimentos existentes más completos y desde la época de los egipcios antiguos, que ya la utilizaban como tonificante y loción antiséptica, se viene utilizando para tratar diferentes problemas de salud. Remedios caseros con miel

Diversos tipos de miel

Son muchos los tipos de miel que existen y cada uno de ellos cuenta con unas propiedades curativas distintas dependiendo de la mezcla que tenga con alguna fruta o planta. Así por ejemplo la miel de limón resulta muy relajante por lo que resulta perfecta para las personas que padecen insomnio.

Por su parte la miel de romero se utiliza en caso de afecciones hepáticas o en ciertos estados de fatiga crónica. La miel de lavanda es utilizada para los casos de laringitis y de tos al ser un excelente antiséptico. La miel de tomillo facilita la digestión por su poder diurético.

La miel y sus propiedades curativas

La miel ayuda a curar el escorbuto, la anemia, el estreñimiento, los dolores de cabeza, los vértigos, la inflamación del intestino y el raquitismo entre otras afecciones. Es un alimento muy energético y funciona también con un gran regenerador de las células. Su contenido en hierro, en sodio y en fósforo hace que sea un excelente reconstituyente cerebral y ayuda a mantener en buen estado el sistema nervioso.

Remedios populares con miel

– Si padeces de asma poder preparar el siguiente remedio con dos dientes de ajo, una cebolla y medio litro de miel. Cuece la cebolla y los ajos durante media hora y deja que se enfríe para después añadir la miel. Alterna una cuchara de este preparado con una cuchara de miel sola cada dos horas.

– Para luchar contra los problemas de estómago, se debe tomar una cuchara pequeña de miel a diario en ayunas, una hora antes de desayunar. En caso de diarrea o de problemas intestinales, se debe disolver en una jarra con agua miel y tomar diariamente.

– Para lograr sosiego y tranquilidad, se debe tomar una cuchara pequeña de miel seis veces cada día o añadirla en una vaso de leche antes de acostarse para descansar mucho mejor. Si tienes problemas de hígado, diluye tres cucharas de miel de romero en una infusión de enebro y toma a diario.

– Igualmente puedes utilizar  la miel en casos de ictericia. Para ello hierve treinta gramos de salvia en un litro de agua durante unos diez minutos y después endulza con una cuchara de miel. Toma tres tazas a diario.

– Si tu problema es el acné, hierve cuarenta gramos de hojas de saúco durante diez minutos en un litro de agua.  Pasado este tiempo retira del fuego y deja enfriar. Toma una taza cada día de esta infusión endulzada con un poco de miel de romero.

– En los estados de agotamiento se debe poner a calentar un litro de vino de Jerez con veinticinco gramos de romero, veinte gramos de salvia y quince gramos de miel. Después de hervir al baño María durante diez minutos retira del fuego y deja que se enfríe. Filtra y toma un vaso pequeño antes de cada comida.