Una hierba aromática con muchas propiedades curativas que la convierten en un excelente remedio natural. 
La menta es una de las hierbas aromáticas más famosas y populares conocidas por el hombre. Sus usos son múltiples y van desde la preparación de alimentos y bebidas con o sin alcohol, hasta su empleo en la higiene bucal y la limpieza en general.
La menta contiene algunas vitaminas, minerales y otras sustancias que son muy importantes para el organismo. Entre ellas se encuentran, en diferentes cantidades, las vitaminas A, B, C y D, así como calcio, fósforo, potasio, magnesio, cobre, sodio y manganeso, fibra, proteína y aminoácidos. De su extracto se obtiene el mentol, cuyo uso, se recomienda, debe ser controlado.
Una de las ventajas de la menta es la gran variedad de sus posibles usos, que van desde una simple y práctica infusión o tisana, disponible ya envasada en productos de venta libre; hasta su uso en preparaciones culinarias más o menos elaboradas. También sus hojas se utilizan para aromatizar cócteles, no necesariamente alcohólicos.
Utilizada muchas veces en combinación con el eucalipto, la menta es de gran ayuda en la cura natural de la tos y los síntomas del resfriado. Su acción descongestiva y balsámica ayuda a diluir el moco, permitiendo una mejor respiración.
Bien conocidas son sus propiedades antisépticas y antivirales, especialmente para el tratamiento del aparato gastrointestinal. Esto se debe a un buen contenido de polifenoles. No se recomienda, sin embargo, en algunos casos como exceso de acidez de estómago y reflujo gastroesofágico, ya que puede estimular una mayor producción de ácidos gástricos.
Su acción puede ser beneficioso, si el problema no es la excesiva presencia de ácido en el estómago, sino una digestión lenta y pesada. También tiene propiedades antiespasmódicas y promueve la resolución de cólicos intestinales. También es útil para bloquear las náusea causada por la enfermedad de movimiento.
Con la menta además, pueden prepararse tisanas relajantes, debido a sus propiedades sedantes. También puede ayudar a combatir el mal aliento, utilizándola como ingrediente básico de un enjuague bucal natural. Para prepararlo, dejar en infusión durante 10 minutos, unos 5 gramos de hojas secas en 100 ml de agua caliente. Una vez frío, filtrara y utilizar.
