La terapia de luz, desde la antigüedad hasta hoy

Descubra cuales son los métodos modernos y menos agresivos para aprovechar todos los beneficios de la luz solar. La terapia de luz, desde la antigüedad hasta hoy El sol y su luz. Cuántas leyendas, cuántas curas y cuántos hechizos fueron estudiados por los antiguos sobre la base de los efectos de este astro sobre los nacimientos, las creaciones y la supervivencia de los seres humanos. Y que la helioterapia (método de curación que expone la totalidad del cuerpo o la parte enferma a los rayos solares), haya sido una práctica desde siempre utilizada, lo demuestra el hecho de que en los años ’40 a ’50 del siglo pasado, cuando la guerra trajo consigo un gran brote de tuberculosis, una de las maneras de curarla era exponiendo ciertas partes del cuerpo a la acción directa de luz solar.

Pero ¿qué se mantiene actualmente de la terapia de luz? En la medicina moderna, es la fototerapia lo que más se utiliza en este campo. Esta terapia utiliza verdaderos rayos guía, mediante un dispositivo que los filtra por poder y tiempo de exposición. Se utiliza para tratar trastornos específicos como ictericia neonatal o para los problemas óseos y musculares, como el reumatismo y la artritis. La fototerapia también es útil para calmar la ansiedad y la depresión y para sintetizar mejor la vitamina D, importante para los huesos y el sistema inmunológico.

En los últimos años, la fototerapia y la cromoterapia han demostrado ser muy útiles cuando se utilizan juntas. Sobre todo porque agregando un tono particular de luz a los colores, se refuerza su potencial curativo. La fototerapia es la solución de laboratorio para una correcta terapia de la luz, que si se realizara sólo en contacto directo con el sol, sería ineficaz y probablemente perjudicial.

De hecho, los aparatos de fototerapia «tratan» la luz «polarizándola» (es decir, dándole la habilidad de penetrar en el cuerpo) y volviéndola «incoherente» (es decir, una luz que no se calienta). De la fototerapia se excluyen los rayos infrarrojos y ultravioletas, incluso en dosis mínimas, por los efectos de envejecimiento que tienen sobre las células. En resumen, todos los beneficios del sol a través de un dispositivo que sólo aporta los efectos positivos.

Los tratamientos de fototerapia, tal vez con una combinación de cromoterapia, son el futuro de la medicina natural e incluyen una amplia gama de enfermedades, desde la depresión hasta la inflamación crónica, a la rehabilitación después de un trauma. Un gran potencial para ser combinado con la medicina tradicional, mejorando los tratamientos y el bienestar delos pacientes.