El yodo, el sol y el aire de mar, son factores clave para el crecimiento de los niños, que, sin embargo deben estar cuidadosamente protegidos de los efectos de los rayos UVA y UVB. Con la llegada del buen tiempo, los niños quiere jugar al aire libre y, sobre todo en el mar la montaña, hay que tomar muchas precauciones para cuidar su delicada piel.
En primer lugar hay que recordar que los más pequeños, por lo menos hasta los ocho meses, se deben mantener en la sombra todo el día. Luego, por lo menos hasta tres años, deberán exponerse al sol con mucha precaución y sólo en las horas más frescas, nunca más tarde de las 10, por la mañana, y siempre después de las 16, por la tarde.
Cuando sus hijos empiezan a exponerse al sol, tendrá que proteger su piel con un protector solar -de preferencia orgánico- con un alto grado de protección, compuestos por filtros minerales. La aplicación debe renovarse cada dos horas, y cada vez que los niños salen del agua. No se olvide de proteger también la cabeza con un sombrero, para evitar el riesgo de quemaduras solares e insolación.
Durante los paseos al aire libre, no olvide aplicar protector solar en las partes del cuerpo que no están cubiertas por la ropa. Las prendas deben ser de algodón y de colores claros, para que retengan el calor lo menos posible.
Para proteger a sus hijos de las picaduras de insectos, puede utilizar un repelente orgánico adecuados para niños o hacerlo usted mismo, mezclando aceite de arroz con unas gotas de aceite esencial de citronela, que se aplicará sobre la piel en pequeñas cantidades
En caso de quemaduras o irritación de la piel causado por el sol o el sudor, para aliviar el malestar puede añadir al baño unas cucharadas de harina de avena o almidón de arroz por su efecto relajante y calmante en la piel.
En el caso de picaduras de insectos, puede aplicar con un algodón, una solución de agua y bicarbonato de sodio, que ayudará a reducir la hinchazón y aliviar el picor.
No olvidar que es necesario que la piel de los niños esté perfectamente hidratada, a pesar del calor. Recuerde darles de beber con frecuencia, privilegiando el agua, siempre a temperatura ambiente, o apenas fresca (no helada).