Evitemos tirar alimentos, previniendo la infestación de polillas de la harina, con remedios naturales. 
La palomilla bandeada (Plodia interpunctella), también conocida como palomilla, polilla India de la harina y polilla de la fruta seca, es una plaga a la que hay que prestar atención los 365 días del año para prevenir la infestación de alacenas y despensas: pero es sobre todo durante el verano, con la llegada del calor, que estas pequeñísimas polillas invaden las casas en busca de comida.
Son especialmente aficionadas a las harinas, cereales, frutos secos, pan, pasta y galletas, en definitiva, todos aquellos productos que creemos a salvo dentro de la despensa y que, en cambio, son sus blancos favoritos. Con un poco de atención y otro poco de previsión, se puede eliminar la posibilidad de una infestación, y evitar el increíble desperdicio de alimentos que provocan.
Lo primero que hay que hacer si se descubre una infestación de estos insectos, que se reconoce no sólo por la presencia de los insectos en sí mismos, sino también por redes de filamentos parecidos a las telas de araña, es tirar al basurero toda la comida de los envases abiertos. Los filamentos son los huevos de las polillas y dentro de los paquetes de harina u otros comestibles, ya podrían encontrarse las pequeñas polillas amarillentas.
Una vez descartada toda la comida irrecuperable, hay que vaciar la despensa y limpiar a fondo: la limpieza periódica con vinagre y agua es ideal.
Como último recurso, una vez vuelta a llenar la despensa, tomar algunas precauciones naturales que mantendrán las plagas a distancia. Un gran remedio natural consiste en el uso de la piel de naranja frescas y clavos de olor: una mezcla agradable para nuestro del olfato, pero absolutamente detestable para las polillas de la harina. Alternativamente, puede utilizar hojas de laurel, cuya eficacia es directamente proporcional a su frescura.
Por último, los aceites esenciales tambipen pueden ser extremadamente útiles, para obtener resultados empapar un algodón en aceite esencial de eucalipto, lavanda, menta o hierba de limón, y pasarlos por las superficies de la alacena.
